22 March 2013

El Otoño de la razón


A nuestra cursilería postmoderna.
Cuando regresó del árbol
al banco lo encontró vacío.
Iba ahora de morada la tarde,
noche incipiente
y a lo lejos fornicaban a gritos
o en silencio los amantes.
Se alejó corriendo de aquel parque.
Llegó hasta el mar justo
a ver como el miedo     
se tragaba en paroxismo
la última balsa.
Regresó al árbol desesperado
y se ahogó
para siempre entre sus manos,
que cargaban los últimos puñados
de hojarasca.