31 October 2013

Pasos


Sobre
       el otoño
                camino

03 September 2013

06 August 2013

11 June 2013

Porque no tengo otras palabras...


Yo quería escribirte otro homenaje, pero esto es, al final, lo que siento.


A Félix, un año después

Junio es ahora
de todos los meses
el más desalmado
y se ríe a cielo abierto
de las lágrimas
que cree adivinar
tras mis pestañas.
Pero a Junio le digo
que no gana,
que no lloro,
que en vez de lamentar tu cuerpo ausente,
hoy vengo a hablar de tu sonrisa,
de tu palabra;
hoy vengo a declararte presente,
vivo,
latiendo,
otra vez poeta,
otra vez amigo
otra vez tú,
a pesar de Junio
y todas sus crueldades.

09 May 2013

Décima plegaria


Que nada te salve de mí.
Que nada te esconda.
Que nadie te cure.
Que regreses a mis manos
            una y otra vez
            siguiendo el mismo camino.

No te conjuro simplemente
            para que descanses entre mis ojos
o para que sueñes otra vez
            al abrigo del calor de mis heridas.

Espero
que tus lágrimas sirvan de exorcismo,
que tu dolor me levante otra vez,
que sientas la tentación de morir
            en silencio y sin cobija
y         
  finalmente,
que te pierdas en mí
            y         
            no encuentres nunca
            la luz.

10 April 2013

Puff 3 (o El hombre en el banco)

Para un cadáver exquisito que ha pedido que esto sea publicado aquí.  El relato fue originalmente publicado, gracias a la generosidad de Alexis Romay, en su blog.


En el banco, tratando de regular su respiración entrecortada, volvió a preguntarse qué carajo hacía allí. ¿Cómo podía haber olvidado aquel calor infernal, aquella humedad sofocante, los insectos, los hedores?

Había llegado buscando un hombre. 

Había llegado buscando un hombre a quien una vez conoció o pensó conocer.

Había llegado buscando un hombre a quien había amado o al menos eso se había repetido todos estos años en las largas noches depresivas después de cada relación fallida. Él sí le había amado. Estaba además seguro de que él aún le amaría si volvieran a encontrarse en la misma ciudad y el mismo barrio.

Encontró lo que encuentran todos: lo mismo con más arrugas, churre, tizne y un poquito de pintura nueva aquí o allá escondiendo las cicatrices del cemento.  Descubrió nuevos hombres nuevos y en dos días los vio a ellos también partir, partirse, mutar, ahuecarse y seguir la marcha. Se aburrió muy pronto de sus pieles y sus sonrisas rotas y sus colores subidos. Estos nuevos hombres nuevos eran hermosos, pero no eran su hombre y al darse cuenta de ello, en un momento de rabia, maldijo entre dientes a de Saint-Exupéry.

«Ya ves, le va muy bien en Italia. Revalidó su título de enfermero y su ‘amigo’ lo ha ayudado muchísimo» le dijo la madre del amante mientras le enseñaba fotos de aquel alguien a quien había llegado buscando.  Se le veía sonriente, al menos en apariencia sinceramente feliz y en algunas, junto a un señor de rostro afable y mucho mayor.  Se sintió extrañamente feliz, reivindicado y esperanzado. El desamor les unía en la distancia y quizá les uniría en la cercanía. Luego vino, sin embargo, la estocada más trapera. El señor mayor no era el ‘amigo’ del antiguo amante solamente un amigo de verdad.  El amante de su amante era joven, más joven que él, mejor parecido y un hombre de éxito.

El asidero se rompió y volvió a contemplar el mundo desde el fondo del abismo.

Se fue a caminar por las ruinas de su infancia y sin darse cuenta casi enciende un cigarrillo que como de la nada apareció entre sus dedos. Lo tiró al suelo con asco porque de todos sus vicios, sus tantos vicios, fumar nunca fue uno.

A media cuadra, jadeante, se encontró el parque. Allí estaba antes aquel derrumbe en donde entre mierda y pestilencia había sido amado o al menos poseído, penetrado, besado; es decir,  lo mismo o casi.

¿Quién le hubiese podido decir que tantos años después aquí habría un parque? Pensó entonces en lo equivocados que estaban aquellos que decían que nada cambiaba en ese país. La prueba era este parque, nuevo, limpio, con un banco (¡un banco en este barrio!). 

Se sentó a recuperar el aliento entre tanta humedad asfixiante y allí le asaltaron a la vez los recuerdos y las caricias, las caricias de hace tantos años y las que había evocado muchas veces en solitario. Se sintió otra vez adolescente y la vez invadido por algo que no quiso detenerse a descubrir. Le bastaban las caricias del amante que continuaban ahora navegando los mismos lugares de antes pero con una energía nueva, metamórfica y casi feroz.

La noche pasó.

En la mañana, mientras el sol trataba de superar las ruinas, un adolescente  pasó, como cada domingo, medio ebrio aún y oliendo a piel extranjera, por el solar yermo a media cuadra de su casa.

Casi le sorprende el montículo nuevo, que de la noche a la mañana había aparecido en el terreno, baldío desde hacía tanto. Casi, porque al detenerse a mirar se encontró con el rostro de su tío mirándole sonriente junto a su novio desde la fotografía abandonada en el suelo. La recogió para llevársela a su madre y ya no miró más aquella lomita de polvo que comenzaba a esparcirse con la brisa quejumbrosa de la mañana.

09 April 2013

People in the rain (no photo)


There are people traveling
in the rain,
jumping from drop to drop,
pirouetting across the mist.
There come all of them
escaping Heaven for Earth,
climbing back,
and returning .
They are not coming to cleanse you.
They are not coming to save you.
They are just here to dance,
and only you can rescue
you.

22 March 2013

El Otoño de la razón


A nuestra cursilería postmoderna.
Cuando regresó del árbol
al banco lo encontró vacío.
Iba ahora de morada la tarde,
noche incipiente
y a lo lejos fornicaban a gritos
o en silencio los amantes.
Se alejó corriendo de aquel parque.
Llegó hasta el mar justo
a ver como el miedo     
se tragaba en paroxismo
la última balsa.
Regresó al árbol desesperado
y se ahogó
para siempre entre sus manos,
que cargaban los últimos puñados
de hojarasca.

28 February 2013

Brevísima

No vale ya ser Ulises,
Ítaca nunca existió.

26 February 2013

Magic


On the other side of the window, suspended glass on the other side of the glass.

04 February 2013

Pequeñísimo encantamiento para un poeta (sin foto)


Que sola vaya la muerte.
Que nunca tu huella encuentre.
Que jamás tu voz nos robe.
Que de largo siga y tu luz ignore.