09 May 2013

Décima plegaria


Que nada te salve de mí.
Que nada te esconda.
Que nadie te cure.
Que regreses a mis manos
            una y otra vez
            siguiendo el mismo camino.

No te conjuro simplemente
            para que descanses entre mis ojos
o para que sueñes otra vez
            al abrigo del calor de mis heridas.

Espero
que tus lágrimas sirvan de exorcismo,
que tu dolor me levante otra vez,
que sientas la tentación de morir
            en silencio y sin cobija
y         
  finalmente,
que te pierdas en mí
            y         
            no encuentres nunca
            la luz.

No comments:

Post a Comment